Aproximaciones a la vulnerabilidad en el siglo XXI
FORMAS DE VULNERAR A LAS MUJERES EN PLENO SIGLO XXI
acciones y los tipos que abarca van mucho más allá. Las formas en que la violencia se aplica contra las mujeres y las niñas adquieren formas muy variadas. ONU Mujeres —a organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres—, clasifica estos tipos en siete bloques: violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado, violencia sexual, violencia en línea o digital, feminicidio, trata de personas, mutilación genital femenina y matrimonio infantil ( Cada uno de estos bloques comprende ) distintas acciones.
Las mujeres constituían alrededor de dos tercios de las víctimas de la trata con fines de explotación sexual detectadas y las niñas, una cuarta parte(4). La impunidad generalizada y la falta de respuestas adecuadas a la trata siguen siendo un problema dramático. La mutilación genital femenina consiste alterar o lesionar los genitales femeninos por motivos no médicos. Según datos de ONU Mujeres, las niñas tienen hoy un tercio menos de probabilidades de ser sometidas a la mutilación genital femenina que hace treinta años. No obstante, en 2024, casi 4,4 millones de niñas corren el riesgo de sufrir mutilación genital femenina en todo el mundo.(5) Por su parte, los matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados, comprometen el futuro de las niñas y las mujeres de todo el mundo, privándolas de la capacidad de decisión sobre sus vidas, interrumpiendo su educación, haciéndolas más vulnerables a la violencia, la discriminación y el abuso, e impidiendo su plena participación en las esferas económica, política y social. Son una práctica nociva y una manifestación de violencia de género persistente y extendida en la región de América Latina y el Caribe, que afecta a una de cada cinco niñas.(6)
¿Cómo prevenimos todas estas formas de vulnerar a las mujeres? La respuesta no es sencilla y además, es transversal porque implica muchos ámbitos. Decía este mismo año el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, en vísperas del «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer», que «la violencia feminicida se puede prevenir con respuestas estatales integrales y contundentes». Y añadía «Se necesitan con urgencia transformaciones profundas para garantizar que las mujeres y las niñas de nuestra región puedan vivir vidas libres de violencia».18 Yo pienso que, siendo ciertas sus palabras, las medidas que propone son necesarias, sin duda, pero insuficientes. Las respuestas contra las vulnerabilidades exigen acciones colaborativas que van más allá de acciones estatales.
EL PAPEL DE LAS FAMILIAS
El eje que coordino, Mujeres y Vulnerabilidades, forma parte de la Agenda Interuniversitaria Familia y Vulnerabilidades, de ahí que llega ya el momento de preguntarse sobre qué papel les corresponde a las familias en esta cuestión. Desde el inicio sostengo que la clave está en reconocer y valorar a las mujeres. Debemos empezar por nosotras mismas, ya que la caridad bien entendida empieza por una misma. Decía al principio, y lo repito, lo que se reconoce, lo que se valora, no se maltrata. De igual manera, decía, que la esfera pública es tan importante como la privada.
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(1) https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence)
(2) CEPAL «Violencia feminicida en cifras», Octubre 2023, https://www.cepal.org/es/taxonomy/term/8400
(3) Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Global Report on Trafficking in Persons (2022) https://www.unodc.org/documents/data-and-analysis/glotip/2022/GLOTiP_2022_web.pdf
(4) ibidem
(5) https://www.un.org/es/observances/female-genital-mutilation-day
(6) https://www.un.org/es/observances/ending-violence-against-women-day
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Maria Cruz Diaz De Teran
Profesora Titular de Filosofia del Derecho
